miércoles, 23 de mayo de 2012

Feliz día del Estudiante

El origen del día del estudiante se remonta al año 1929 cuando los estudiantes de la ahora Universidad Nacional Autónoma de México, se lanzaron a la huelga en favor de la Autonomía Universitaria.

Hace 83 años que se instituyó el día del estudiante. En 1929 fueron las elecciones para Presidente de la República, en las que los principales contendientes fueron José Vasconcelos y Pascual Ortiz Rubio; el primero había sido cercano colaborador de Francisco I. Madero en su lucha contra Porfirio Díaz; destacado universitario que junto con Antonio Caso, Alfonso Reyes, Julio Torri, Pedro Enríquez Ureña y otros formaron el Ateneo de la Juventud o Generación de 1910, y quienes a su vez fueron maestros de los Siete Sabios de la Universidad: Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, Teófilo Olea y Leyva, Alberto Vázquez del Mercado y Jesús Moreno Vaca (quien murió siendo estudiante, por lo que en su lugar se menciona a Narciso Bassols y Daniel Cosío Villegas.

Vasconcelos fue antes de su candidatura presidencial, el primer Secretario de Educación Pública en México, desde donde emprendió una cruzada cultural en el país, con la edición y amplia difusión de Cuadernos Mexicanos, que hasta la fecha no ha sido superada; fue también rector de la entonces Universidad Nacional de México, y autor de su lema “Por mi Raza hablará el Espíritu”; y llamado Maestro de América.

Por lo que con ese bagaje intelectual, las clases pensantes y un amplio sector social de México, tuvieron fe en que Vasconcelos ganara las elecciones presidenciales del 29, que resultaron sumamente reñidas y teñidas de sangre, encarcelamientos, toda clase de represiones a los vasconcelistas; ya que se estaba enfrentando al sistema político postrevolucionario creado por el caudillo de la Revolución, Álvaro Obregón, y que el 4 de marzo de ese año el jefe máximo de la misma, Plutarco Elías Calles, consolidó con la fundación del Partido Nacional Revolucionario, después Partido de la Revolución Mexicana, con Lázaro Cárdenas, y posteriormente Partido Revolucionario Institucional, con Miguel Alemán Valdés.

Pero como Vasconcelos era un “peligro” para el sistema, por su mística revolucionaria y grandes valores culturales, Calles le robó la presidencia y se la dio a su incondicional Pascual Ortiz Rubio, a quien se le conoce como el “Nopalito”; lo que enardeció a gran parte de México; y en cuya efervescencia social y política se da la lucha estudiantil y de maestros por la autonomía universitaria.

En esa lucha por la autonomía de la Universidad Nacional de México, el estudiante de la misma, Martín del Campo, cayó muerto por las balas de la policía capitalina, precisamente el día 23 de mayo de 1929; la que fructificó en el mes de julio de ese mismo año, con el decreto del Presidente Emilio Portes Gil, que reconoció la autonomía; con lo que el poder tras el trono: Plutarco Elías Calles, pretendió así reivindicarse con el pueblo de México, después de haberle hecho fraude electoral a José Vasconcelos.

Después de una serie de eventos y protestas que culminaron en una huelga general, los alumnos fueron agredidos brutalmente por la policía capitalina dentro de las instalaciones de la Escuela de Derecho el día 23 de mayo por tal motivo los alumnos de esta escuela reclamaron que ese día fuera recordado como el Día del Estudiante en honor a los agredidos y que la plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México, fuera llamada Plaza 23 de Mayo o del Estudiante.

Poco más de un mes después se consiguió la autonomía de esta casa de estudios y con el tiempo en muchos de los estados del país se crearon o se tomaron espacios propicios para la relajación y el estudio y se les denominaron “Jardines del Estudiante”, en honor a esa lucha en pos de la Autonomía Universitaria. Desde entonces se ha venido celebrando cada 23 de mayo el Día del Estudiante, como un recordatorio de la lucha en pro de una educación más abierta y participativa, aunque claro está, ahora los que lo celebran desconocen su origen y es tomado como pretexto para ausentarse de las labores académicas y relajar durante unas cuantas horas el comportamiento habitual de los estudiantes.

Como se puede apreciar, más allá de recordar la lucha por lograr la autonomía universitaria, el Día del Estudiante conlleva el sentido de una lucha académica y de superación que enfrentan los jóvenes día con día en su búsqueda por ser ciudadanos productivos y con ánimos de trascender en nuestra sociedad.

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